Manejo de las preguntas del entrevistado
Además de hacer preguntas al candidato, el entrevistador debe asegurarse de que el candidato se sienta libre de hacer cualquier pregunta que pueda surgir en su mente. Es en este momento que el entrevistador reconocería más formalmente las preguntas del entrevistado.
El entrevistador debe tener en cuenta que la lista de preguntas del candidato podría arrojar aún más información sobre él/ella.
Por ejemplo, un entrevistado podría hacer las siguientes preguntas:
Estas preguntas pueden expresar las preocupaciones o motivaciones adicionales del candidato. Al mismo tiempo, podrían fortalecer o debilitar el interés del gerente en él / ella como la opción adecuada para el trabajo, suponiendo que sus preguntas vayan en contra de los criterios objetivos que el gerente ha establecido para el puesto.
Después de responder cualquier pregunta y descubrir que todavía hay interés mutuo en ambas partes, el gerente puede pasar a la siguiente área de la entrevista. Aquí es donde el candidato probablemente querrá saber lo que la compañía realmente tiene para ofrecerle y si este es un lugar en el que él / ella podría verse trabajando. En ningún momento, el gerente debe exagerar o tratar de glorificar en exceso el trabajo.
Si el gerente ha manejado muy bien el proceso de la entrevista hasta el momento, debería poder conocer los deseos y motivadores clave del solicitante. Al utilizar este conocimiento, un gerente podría explicar la posición y las oportunidades asociadas a ella en los términos más relevantes para el solicitante. En otras palabras, el gerente ya ha llegado a ese punto en el que puede hacer una oferta formal.
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El entrevistador debe tener en cuenta que la lista de preguntas del candidato podría arrojar aún más información sobre él/ella.
Por ejemplo, un entrevistado podría hacer las siguientes preguntas:
- ¿El plan de los empleados es poseído y aportado por la empresa?
- ¿Cuántas vacaciones se proporcionan en el primer año?
- ¿La organización ofrece oportunidades y privilegios para trasladarse a otros departamentos dentro de la organización?
Estas preguntas pueden expresar las preocupaciones o motivaciones adicionales del candidato. Al mismo tiempo, podrían fortalecer o debilitar el interés del gerente en él / ella como la opción adecuada para el trabajo, suponiendo que sus preguntas vayan en contra de los criterios objetivos que el gerente ha establecido para el puesto.
Después de responder cualquier pregunta y descubrir que todavía hay interés mutuo en ambas partes, el gerente puede pasar a la siguiente área de la entrevista. Aquí es donde el candidato probablemente querrá saber lo que la compañía realmente tiene para ofrecerle y si este es un lugar en el que él / ella podría verse trabajando. En ningún momento, el gerente debe exagerar o tratar de glorificar en exceso el trabajo.
Si el gerente ha manejado muy bien el proceso de la entrevista hasta el momento, debería poder conocer los deseos y motivadores clave del solicitante. Al utilizar este conocimiento, un gerente podría explicar la posición y las oportunidades asociadas a ella en los términos más relevantes para el solicitante. En otras palabras, el gerente ya ha llegado a ese punto en el que puede hacer una oferta formal.
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